Desde tiempos inmemorables, la danza ha formado parte de la historia de la humanidad, expresando estados de ánimo, pensamientos y sentimientos. Y actualmente, también se ha convertido en una terapia alternativa para prevenir problemas emocionales y cardiovasculares con el propósito de conseguir una vida completamente saludable.
“Cambia todo cambia dice la canción y cuando danzamos percibimos ese flujo de transformación vital permanente ¿se animan a bailar?”, dice Analía Melgar, especialista en danzaterapia.
A bailar el espíritu
La danzaterapia es una actividad física, creativa y revitalizante que consiste en la expresión corporal por medio de movimientos para conseguir la interacción del cuerpo con su interior por medio de la liberación de emociones. La función del movimiento es expresar los sentimientos guardados que perturban la vida de la persona para facilitar la comunicación honesta y abierta consigo mismo.
Esta disciplina, a diferencia de la sicoterapia verbal, permite que se relacione más una idea con cada ritmo, transformando los sentimientos en movimiento, para lograr la sanación del espíritu. Existen diferentes formas de practicarla, pero todas buscan el mejoramiento físico y mental; y la línea que sigue Analía Melgar fue desarrollada por la bailarina argentina María Fux.
Cada sesión consiste en la exposición de una historia acompañada de música, planteada por el terapeuta, que cada persona experimentará según su estado anímico. “Todos los ritmos funcionan: música instrumental, salsa, danzón, rock & roll o sonidos de la naturaleza; en esta disciplina todo es posible, pues la clave es la creatividad”, dice Melgar.
*Tomado de El Universal.
“Cambia todo cambia dice la canción y cuando danzamos percibimos ese flujo de transformación vital permanente ¿se animan a bailar?”, dice Analía Melgar, especialista en danzaterapia.
A bailar el espíritu
La danzaterapia es una actividad física, creativa y revitalizante que consiste en la expresión corporal por medio de movimientos para conseguir la interacción del cuerpo con su interior por medio de la liberación de emociones. La función del movimiento es expresar los sentimientos guardados que perturban la vida de la persona para facilitar la comunicación honesta y abierta consigo mismo.
Esta disciplina, a diferencia de la sicoterapia verbal, permite que se relacione más una idea con cada ritmo, transformando los sentimientos en movimiento, para lograr la sanación del espíritu. Existen diferentes formas de practicarla, pero todas buscan el mejoramiento físico y mental; y la línea que sigue Analía Melgar fue desarrollada por la bailarina argentina María Fux.
Cada sesión consiste en la exposición de una historia acompañada de música, planteada por el terapeuta, que cada persona experimentará según su estado anímico. “Todos los ritmos funcionan: música instrumental, salsa, danzón, rock & roll o sonidos de la naturaleza; en esta disciplina todo es posible, pues la clave es la creatividad”, dice Melgar.
*Tomado de El Universal.
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